Escuela de Atenas

Para algunas personas, decir qué es filosofía es fácil, simplemente se limitan a separar la palabra en dos philos (término que se supone significa amor) y sophia (término que se supone significa sabiduría).

Así por suma matemática, los entendidos señalan que filosofía es amor por la sabiduría, reciben aplausos en sendas conferencias por su erudición y entendimiento, pero la cosa queda ahí.

Para algunas personas decir qué es filosofía es fácil, pues el aire aguanta mucho y soporta que mucho sea con lo que se llene, pero si prestamos un poquito de atención nos daremos cuenta de que no sabemos lo que es el amor que hay en philos, ni la sabiduría que encierra sophia.

¿Será el amor del que habla esta palabra el amor de un padre hacia su hijo? ¿ O será equivalente al amor que sienten los jóvenes cuando ven que una rosa conserva su aroma y fragancia sin importar cuál sea el nombre que la define?

Quizá el amor al que se refieran los eruditos sea el amor que arroba el alma y que lleva a los elegidos al Carmelo y de ahí enseguida los trasporta al tercer cielo.

¿Cuál es ese amor del filósofo que lleva a los más entendidos a preferir la sabiduría a sus amigos?

Tal vez nosotros estamos negados a entender qué es el amor, porque tanto nos preocupamos por no dejar que interfiera con nuestras productivas vidas que evitamos a toda costa experimentarlo.

Se dice en muchos círculos de Ilustrados entendidos que el que se enamora pierde, que el amor y el enojo nublan el entendimiento, por eso Descartes buscaba mantenerse ecuánime, al menos mientras escribía sus tratados y discursos, o eso es lo que nos creemos.

Ya no entendemos qué es amor, porque estorba y es mal negocio, porque esperamos que el amor sea correspondido con goces y con momentos gloriosos, aunque en muchos sentidos las vidas de los amorosos nos demuestren lo contrario.

Jesús murió en la cruz por el amor que lo movió a salvar a sus amigos, otros decidieron morir por cercanía y respeto a lo que habían vivido, también en plena amistad, en constante charlas de las que difícilmente salió alguna ganancia visiblemente ostentosa.

La amistad es mal negocio, parece más cuestión de ocio, como lo es la búsqueda constante por la sabiduría que suelen realizar los que sí fueron filósofos, aquellos que por amor a la verdad buscaban coherencia en lo que decían, no importa si vivieron en Atenas, en Holanda o en Estagira.

Por lo menos queda claro que no sabemos qué ama el que busca la sabiduría, y creo que menos entendemos lo que son los sabios, cuando parece que ahora comprendemos como saber lo que nos da poder para cambiar el entorno, para hacer buenos negocios y para entender que la amistad y la productividad no son llevaderas, al menos no como nos gustaría.

Por eso, decir que filosofía es amor por la sabiduría es muy fácil, sólo debemos entender qué es amor, qué es sabiduría y entender que esa comprensión nace del ocio, de la amistad y de una comprensión completa del sentido de la vida.

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